La sobreproductividad materna
- crianzavalientecol
- 13 ago
- 1 Min. de lectura

Vivimos en una sociedad que nos aplaude por hacerlo todo… y hacerlo perfecto. Ser la mamá que lleva la lonchera más saludable, que no olvida ninguna tarea escolar, que mantiene la casa impecable y que además tiene éxito profesional. ¿Pero a qué costo?
La sobreproductividad materna es esa presión —muchas veces autoimpuesta— de estar siempre “haciendo”. Nos sentimos culpables si descansamos, como si no estuviéramos “aportando” lo suficiente. El problema es que esa carrera constante nos lleva al agotamiento emocional y físico, y termina afectando la calidad de nuestra conexión con nuestros hijos. A veces, la mejor forma de “hacer” es simplemente “ser”: sentarte en el piso a jugar, abrazar más, o dejar que la ropa espere mientras compartes un helado.
No necesitamos ser mamás perfectas, sino mamás presentes. El descanso no es un premio, es una necesidad.
Reflexiona esta semana: ¿Dónde puedes bajar el ritmo hoy para darte un respiro real?
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